Los castillos humanos: ¿un deporte o una expresión cultural?
Los castillos humanos, conocidos en catalán como "castells", son una tradición que se remonta al siglo XVIII en Cataluña, España. Se trata de una construcción de torres humanas, donde los participantes forman una estructura vertical escalando el cuerpo del otro para alcanzar una altura considerable. ¿Pero qué son realmente los "castells"? ¿Son un deporte o una expresión cultural?
Orígenes y evolución del "castell"
Los castillos humanos comenzaron a realizarse en el siglo XVIII en poblaciones de la provincia de Tarragona, como Valls, en la comarca del Alt Camp. Inicialmente, se realizaban durante las festividades religiosas y las procesiones, pero con el tiempo se convirtieron en un arte propio y en símbolo de la cultura catalana.
La evolución del castell ha ido en aumento, en sus inicios se realizaban estructuras de tres pisos, pero actualmente se han llegado a construir castillos de diez pisos o más, convirtiéndose en una actividad más compleja y difícil de realizar.
¿Es un deporte o una expresión cultural?
Desde un punto de vista deportivo, los castells requieren un alto nivel de entrenamiento, habilidad, fuerza y coordinación. Esto ha llevado a la creación de equipos especializados, conocidos como "colles castelleres", que compiten entre sí en festivales y campeonatos, y se considera como una disciplina deportiva reconocida en Cataluña.
Pero más allá de un deporte, los castells son una expresión cultural que ha sido declarada como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. A través de las técnicas de construcción, los colles castelleres preservan y transmiten valores como la solidaridad, el trabajo en equipo, la confianza y la convivencia pacífica.
El significado de los "castells"
En Cataluña, los "castells" son mucho más que una simple actividad deportiva o cultural. Representan la identidad y el espíritu de la comunidad, transmitiendo un mensaje de unidad, respeto y superación personal. Además, los castells también son una forma de resistencia cultural y política, ya que han sido utilizados en diversas ocasiones para reivindicar los derechos y libertades de la región.
Los diferentes tipos de "castells"
Existen diferentes tipos de castells, clasificados según su complejidad y número de participantes. Los castillos más básicos son los llamados "castells de pilar", que consisten en estructuras formadas por una sola persona, mientras que los más complejos son los "castells de deu", que requieren al menos 100 participantes y se suelen construir en ocasiones especiales, como festivales mayores.
Además, hay otros tipos de castells como los "castells de gamma extra", que consisten en una estructura con tres pilares, o los "castells amb folre", que se realizan con una capa añadida para evitar posibles daños a los participantes.
Los riesgos y seguridad de los "castells"
A pesar de ser una actividad emocionante, los castells no están exentos de riesgos. Durante la construcción de castillos, los participantes se exponen a una serie de peligros como caídas, golpes y fracturas, por lo que es fundamental cumplir con las medidas de seguridad necesarias.
Por esta razón, los equipos de castelleros están altamente capacitados y entrenados para minimizar los riesgos y garantizar la seguridad de todos los participantes, además, durante la construcción de los castillos se cuenta con la ayuda de diferentes personas que se encargan de los detalles necesarios para que todo salga perfecto.
La presencia de los "castells" en la actualidad
Actualmente, los "castells" han traspasado las fronteras catalanas para convertirse en una actividad realizada en todo el mundo. La popularidad y el reconocimiento de esta tradición ha permitido que se realicen exhibiciones y competiciones en diferentes países, llevando la cultura y la tradición catalana a diferentes rincones del planeta.
En conclusión, los castillos humanos son una tradición ancestral y un símbolo de la cultura catalana, que ha evolucionado a lo largo de los años como una actividad deportiva y cultural. A través de los castells, se transmiten valores como la solidaridad, el trabajo en equipo y el respeto, reforzando la identidad y el espíritu de la comunidad catalana. Los castells, en definitiva, son una manifestación cultural que ha sido declarada como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad y que continúa su evolución y crecimiento en la actualidad.